Concepto de la hipoxia silenciosa

La hipoxia silenciosa (también llamada neumonía silenciosa) consiste en un estado de hipoxia (deficiencia de oxigenación en los tejidos u órganos cuando el aporte de O2 es inadecuado) sin que el paciente presente síntomas lo suficientemente significativos como para darse cuenta de su mala evolución y del peligro potencial que presenta para su salud. 

Esta enfermedad aparece frecuentemente en pacientes con la enfermedad de Covid-19, los cuales a pesar de presentar una saturación de oxígeno en sangre muy baja no tienen problemas para respirar (disnea). En muchas ocasiones, cuando el paciente comienza a darse cuenta de su dificultad para respirar ya se encuentra en una situación grave.

Este hecho aún sigue sorprendiendo a médicos y a la sociedad en general, pues crea mucha alarma por la dificultad que supone a la hora de evaluar el estado de los pacientes.

Investigaciones sobre la hipoxia silenciosa

En una de los estudios de investigación más potentes hasta la fecha, el sumario de evidencia (SE) de BMJ Best Practice sobre la COVID-19, podemos leer lo que hemos comentado anteriormente: los pacientes frecuentemente desarrollan una hipoxia silenciosa en la que la saturación de oxígeno desciende a niveles alarmantes derivando en un un fallo respiratorio agudo en ausencia de síntomas visibles de dificultad respiratoria. También recomiendan el uso de la pulsioximetría domiciliaria para la vigilancia de estos pacientes, aunque menciona que aún no se dispone de suficiente evidencia que respalde su uso en este ámbito.

El segundo estudio que traemos, el SE de Uptodate sobre la evaluación y el manejo del paciente ambulatorio con COVID-19, Refuerza el concepto mencionado anteriormente: el uso de la pulsioximetría domiciliaria en un paciente correctamente instruido en su uso podría aportar al médico información muy útil sobre su situación clínica.

Al inicio de la enfermedad, los pulmones de estos pacientes siguen siendo elásticos, pudiendo aún respirar correctamente. Conforme la saturación de oxígeno en sangre va bajando, aumenta de forma gradual la frecuencia respiratoria para compensarlo, lo que provoca a su vez la expulsión de una gran cantidad del dióxido de carbono (CO2) del cuerpo. El resultado es una aparición progresiva y silenciosa de la hipoxia, es decir, que algunos pacientes desarrollen una oxigenación en sangre baja peligrosa sin los aumentos del dióxido de carbono que normalmente alertarían al cuerpo del problema (cuando se eleva la concentración de CO2 en el organismo, el cerebro recibe una señal de alarma, la sensación de disnea que todos conocemos).

Prevención de la hipoxia silenciosa ¿Por qué necesitas un oxímetro?

Según las investigaciones consultadas, la automonitorización de la saturación de oxígeno en el domicilio del paciente con COVID-19 permite detectar con más o menos claridad situaciones de hipoxia silenciosa, ofreciendo una importante información al médico y paciente, siendo un sistema de alerta precoz de mala evolución de la misma, lo que facilita toma de decisiones respecto de su tratamiento, ingreso hospitalario, etc.

La hipoxia silenciosa se tratará en el hospital con los medios disponibles usuales: terapia de oxígeno, ventilación mecánica, tratamientos farmacológicos, y si es necesario la posición del paciente en decúbito prono.