Hoy vamos a hablar un poco de una patología un poco tabú pero padecida por una buena parte de la población: las hemorroides. Lo que comúnmente llamamos "sufrir de hemorroides" no es otra cosa sino aumentos puntuales del volumen o inflamación de las venas del recto u ano, una cosa algo desagradable y muy dolorosa, que normalmente se trata de manera conservadora con baños de asiento, laxantes y medicación poco efectiva.

Sin embargo también existen otros métodos útiles para cuando el tratamiento conservador no es suficiente, como el método THD para curar las hemorroides. Este tratamiento hemorroides consiste en suturar con puntos quirúrgicos la arteria hemorroidal que lleva el flujo de sangre a los paquetes hemorroidales; al no extirpar el tejido hemorroidal la anatomía del canal anal queda inalterada. Esto permite la posibilidad de realizar otras operaciones en el canal anorrectal en el futuro y preservar las partes anatómicas encargadas de la continencia. La operación en sí es bastante indolora ya que no se elimina tejido y la sutura se efectúa por encima de la línea dentada, en una zona sin terminaciones nerviosas sensitivas, llevándose a cabo en régimen ambulatorio y con anestesia local y al paciente se le hospitaliza y se le da de alta en 24 horas generalmente, con una tasa de recidiva muy baja. A las 48 horas, el paciente puede reanudar su vida normal

Con respecto a las ventajas sobre otras técnicas poco invasivas, en Europa la principal opción es la ligadura elástica. Sin embargo, no se recomienda su utilización cuando las hemorroides tienen un componente de prolapso.

El método THD estaría indicado además para pacientes en los que la cirugía convencional no es aconsejable. Así, en incontinencia fecal es muy útil porque el daño en el esfínter es nulo. Enfermos con discrasias sanguíneas u otros problemas de coagulación y cirrosis hepática también se benefician de la mínima agresión quirúrgica.