Cuenta la leyenda, que hace mucho tiempo, habían dos garcitas que viajaban por el mundo buscando colores y fantasía. En sus viajes conocieron al viento, se hicieron amigas del desierto y se pelearon con alguna que otra malvada flor… y cuando volvieron a casa, decidieron ser ellas mismas quienes crearan. Y así es como empieza este cuento, que todavía hoy no ha acabado.
En realidad, las dos garcitas son una madre y una hija de Alcoy, una pequeña ciudad escondida entre montañas alicantinas, lugar conocido por sus fiestas de Moros y Cristianos y por su antiquísima Cabalgata de los Reyes Magos. Desde hace muchos años ha existido en esta tierra una gran e importante industria textil, y como no podía ser de otro modo, nuestras dos amigas decidieron continuar con esta tradición, y así es como nació «El Mundo de las Garcitas», un pequeño negocio online que podéis visitar haciendo click en este link
Estamos especializadas en confeccionar neceseres, estuches, fundas de ordenadores… pero lo más importante de todo, es que tú eliges la tela que más te guste de entre todas las que tenemos. Así que al final, acaba siendo un producto totalmente personalizado y, sobre todo, original, ya que puedes estar seguro de que nadie más lo tiene igual: cambiamos los abalorios, los colores, las formas… Además, continuamente vamos cambiando las telas y teniendo nuevas ideas, para así ir renovándonos y creciendo. Para nada nos gusta la rutina y, por eso, creemos que es muy importante la continúa actualización.
Para personal sanitario tenemos un producto estrella: unos salvabolsillos muy prácticos y divertidos que están teniendo mucho éxito. Nuestros clientes eligen la tela o el estilo, y nosotras hacemos lo posible por buscar lo que más se adapte a ellos. Los hacemos tanto para chicas, como para chicos, tal y como podéis ver en estas fotos. Estos son algunos de los que ya hemos hecho y vendido, pero hay mil combinaciones más.
Pero hemos de admitir que hacemos trampas. Tenemos en casa nuestro propio mecánico especializado en maquinaria textil que al grito de «¡Papáaaaaaaaaaa!», sabe que tiene que venir inmediatamente a cambiar una aguja de la máquina, a engrasar la canilla o a ver qué pasa… Así que ya veis, somos todo un equipo dedicado a vosotros.
Después de comer y junto a un café (descafeinado), nos dedicamos a organizar los diferentes pedidos que tenemos y, de hecho, hemos llegado a crear una auténtica cadena de montaje de la que el mismísimo Henry Ford se sentiría orgulloso: mientras una recorta, la otra hilvana; mientras una cose a máquina, la otra decora…
Así que ya sabéis, echadle un vistazo a nuestra página de Facebook y si queréis poneros en contacto con nosotras, estaremos encantadas de ello.
