La alopecia puede clasificarse en multitud de grupos, según su origen y manifestaciones, pero la forma más frecuente es la alopecia androgénica, también llamada alopecia androgénetica o calvicie común, que es responsable del 95% de los casos y afecta principalmente a los varones, menos frecuentemente a las mujeres, y debe su nombre a que está provocada por la acción de las hormonas masculinas o andrógenos sobre el folículo piloso, provocando su miniaturización progresiva.

Otras formas comunes de alopecia son la alopecia areata, en la que la pérdida del pelo no es definitiva y se circunscribe comúnmente a un área determinada; la alopecia universal que es la forma extensa de la alopecia areata; y la alopecia cicatricial que está provocada por una destrucción del folículo piloso y es por lo tanto irreversible. Existen muchas variedades de alopecia de presentación menos frecuente que pueden estar originadas por causas genéticas, medicamentos, infecciones cutáneas, traumatismos, deficiencias nutritivas y ciertas enfermedades de la piel o generales

¿Y qué opciones tenemos?

Dependiendo del tipo de alopecia existen distintas posibilidades terapéuticas. En el caso de la androgenética (la más habitual) se está estudiando el dutasteride, que bloquea la enzima 5-alfa-reductasa, responsable de la caída del cabello. 

Desde hace algún tiempo se viene realizando el trasplante capilar de la zona afectada, con el cual se puede repoblar la zona afectada, según se va perdiendo el cabello.

Los champus pueden ayudar a controlar, dependiendo de su composición, algunas patologías leves de cuero cabelludo (seborrea, caspa), pero no frenan la caída o producen crecimiento del pelo, por lo tanto el término de champú anti-caída no deja de ser un reclamo comercial.

En cuanto a las lociones tenemos el minoxidil, el cual ha demostrado eficacia en el tratamiento para la alopecia. Se utiliza al 2 o al 5%, siendo esta última concentración la más eficaz.

Tratamientos orales en forma de vitaminas, antioxidantes etc., es decir los suplementos nutricionales, no han demostrado su utilidad en el tratamiento de la alopecia, salvo en casos concretos que solo el médico sabe diagnosticar, por lo tanto no se aconseja la toma indiscriminada de estos productos, no porque sean nocivos, sino por carecer de utilidad.

Como vemos, hasta ahora, la investigación en torno a la alopecia se ha centrado en frenar la caída del cabello. Pero recientemente se ha descubierto que las células madre están directamente implicadas en el despertar de los bulbos pilosos en estado de latencia. Sobre ellos actúa un nuevo producto,Neogenic, el cual contiene un 5% de Stemoxydine, capaz de hacer crecer el pelo.

Tras 3 meses de utilización, se ha demostrado un aumento de la densidad capilar de un 4% significativa Vs. placebo. Está tipificado tanto para hombres como para mujeres y está indicado para la mayoría de los casos en los que se produce una pérdida de cabello:

Se puede adquirir en farmacias y parafarmacias.

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