La historia comienza presentando a nuestro archienemigo: el norovirus. El norovirus es un virus que provoca vómitos y diarrea principalmente, es bastante resistente y se propaga con mucha facilidad. Por suerte, la mayoría de las personas se recuperan por completo en unos pocos días, pero para cualquier persona vulnerable - personas que ya están enfermas o en la vejez, por ejemplo - puede plantear una seria amenaza.

Sin embargo, por una gran cantidad de razones, incluyendo el hecho de que somos incapaces de  hacer crecer el norovirus humano en un entorno controlado, tenemos que estudiar la propagación del virus de otras maneras. Ahí es donde el robot vómitos Larry entra en juego, ayudando a los investigadores a descubrir la forma en la que el vómito puede propagar la enfermedad. El repugnante pero apropiado nombre Vómitos Larry es un modelo anatómicamente correcto que reproduce los vómitos de alguien después de contraer el norovirus. El chorro puede viajar a casi 3 metros de distancia, impulsado con una gran fuerza. Al propagarse con una pequeña carga viral - menos de 20 virus pueden infectar a alguien - es importante tener una idea de exactamente cómo viaja el virus. Como muchas cosas en la investigación médica, da asco, pero es necesario.