Publicado por : Curro
A TUS VISCERAS, de Baldomero Fernández Moreno
Harto ya de alabar tu piel dorada,
tus externas y muchas perfecciones,
canto al jardín azul de tus pulmones
y a tu traquea elegante y anillada.
Canto a tu masa intestinal rosada,
al bazo, al páncreas y a los epiplones,
al doble filtro gris de tus riñones
y a tu matriz profunda y renovada.
Canto al tuétano dulce de tus huesos,
a la linfa que embebe tus tejidos,
al acre olor orgánico que exhalas.
Quiero gastar tus vísceras a besos,
vivir dentro de ti con mis sentidos …
Yo soy un sapo negro con dos alas.
El poeta Eusebio Blasco (1844- 1903) nos brinda su particular LECCION DE ANATOMIA
Explicando una tarde anatomía
Un sabio profesor
Del corazón a sus alumnos daba
Perfecta descripción.
Anonadado por sus propias penas
La cátedra olvidó;
Y a riesgo de que loco le creyeran
Con alterada voz:
“Dicen señores, exclamaba pálido,
que nadie consiguió
vivir sin esa víscera preciosa.
¡Error, extraño error!
Hay un ser de mi ser, una hija mía,
Que ayer me abandonó;
¡Las hijas que abandonan a sus padres
no tienen corazón!
Un estudiante que del aula oscura
Se oculta en un rincón,
Mientras los otros asombrados oyen
Tan público dolor,
Sonriendo a un amigo y compañero
Le dijo a media voz:
¡Piensa que a su hija el corazón le falta…
y es que le tengo yo!
Es bastante conocida la CANCION DE LOS ARTRITICOS de nuestro colega Pío Baroja:
Somos la flor y nata
de los artríticos.
Somos la quinta esencia
de los nefríticos
Tenemos casi siempre
hipertensión
y una vaga hipertrofia
del corazón.
Nuestra elegancia es cosa
bien manifiesta.
Nuestra presencia nunca
es muy molesta.
Somos unos Petronios
de selección,
mas fervientes del plato
que de Platón.
No pueden compararse
con los artríticos
los gafos ulcerosos
o sifilíticos.
Somos productos natos
de alta tensión,
que vamos por la vida
con distinción.
Enrique Geenzier (1887- 1962) nos dejó otra ANATOMICA
Pronto, pronto, doctor; abrid sin miedo.
¿No oís como palpita aquí, en el fondo,
la queja de un sollozo quedo, quedo?
Abrid, abrid, doctor, que está muy hondo.
_ ¿Dónde le duele a usted?_Aquí escondido.
--Algún tumor tal vez, un cuerpo extraño…
--Es un dolor que ha tiempo lo he sentido.
Abrid, abrid, doctor, que aquí hay un nido
Y lo habita un reptil: ¡el Desengaño!
--Enfermedad moral, pobre paciente,
no le cura la ciencia en su adelanto …
¿Extraigo el corazón?—Precisamente
el corazón , doctor …!me duele tanto!