Desde el principio de los tiempos, desde que los primeros humanos aparecieron sobre la tierra, hubo enfermedades; por aquel entonces, aquellos homínidos tenían la certeza de que sus dolencias eran causadas por diversos entes divinos del cielo, del infierno o de la naturaleza que les rodeaba. Para ocuparse de ello aparecieron los primeros sanadores o chamanes, que utilizaban toda suerte de conjuros, plegarias y potingues para expulsar al espíritu malo de sus cuerpos.

Y yo pienso: ¿De verdad curaban a la gente con sus conjuros y sus bailes? ¿Si no curasen a nadie el resto del poblado se daría cuenta y los hubiesen echado no?; la respuesta está en el efecto placebo, que consiste en una mejoría aparente o verdadera del enfermo sin que se le practique ninguna cura realmente efectiva, solo se les hace creer que si lo es. Actualmente esto se demuestra constantemente, puesto que en cualquier estudio con un placebo y un principio activo se produce una mejora sustancial de aproximadamente el 30% de los sujetos que la toman, asi que no es tontería.

Hasta hace prácticamente 100 años la medicina curaba realmente muy poco; los enfermos que curaban eran en su mayoría por la acción de su propio organismo o por el “teatro” o toda la parafernalia que rodeaba el acto medico (la cual ejercía un potente efecto placebo).

En la actualidad se sigue utilizando el teatro en la consulta:
Mujer de 50 y tantos años que entra en la consulta aquejada de ligeros dolores de espalda, sin una causa aparente. El medico la escucha, charla un rato con ella, la ausculta, le toma la tensión y la explora, y para terminar, le manda cualquier antialgico. El medico, ya sabiendo que no tiene nada, le hace todas estas exploraciones para que la mujer se quede tranquila y se sepa cuidada, aunque no hagan falta y le manda una pastilla (que podría ser perfectamente un placebo, pero eso iría en contra de la ética medica).

¿Es ético utilizar este “teatro”? Yo creo que si ayuda a mejorar la salud de los pacientes haciendo que se queden mas tranquilos y evita la realización de pruebas diagnosticas (con su consiguiente peligro de falsos positivos) están indicadas este tipo de practicas.